Bienvenido a la isla de Ávalon...

lunes, febrero 18, 2008

Rememorar...



Siempre he pensado que resulta muy fácil idealizar situaciones y hasta incluso personas.

Aquello que un día nos pareció maravilloso, una situación irrepetible, queda en nuestra memoria, y el tiempo y las vivencias posteriores se encargan de que eso obtenga un peldaño más en el pedestal. A veces, el tiempo juega malas pasadas... y no porque aquello idealizado no sea tan maravilloso como lo era antes, sino porque nosotros hemos cambiado y no nos produce las mismas sensaciones.


Lo que resulta tremendamente emocionante es poder revivir momentos, y comprobar que son tal cual los recordabas. Has madurado, seguramente ves la vida de otra manera, has conocido mucha gente, y te has tomado muchos capuchinos... pero todo y así, sigues pensando que es lo mejor. Si además, esos momentos los ofrecen personas fascinantes, clasificarlos como emotivos es del todo insuficiente . Gente que ha nacido para compartir, para dedicar una parte muy importante de su vida y de su tiempo en hacer que los demás se sientan bien. Siempre pensando en los otros. A veces esas personas no son conscientes de lo felices que se sienten los que les rodean.


Sin esfuerzo y con el corazón. Un corazón enorme, con sitio para todas y cada una de las personas que forman parte de su mundo. Y aunque ya lo sabías, te conmueves al comprobar que sigue habiendo un rinconcito, con el cartel de “Reservado”.



Beatriz


miércoles, febrero 06, 2008

Alegoría de los sentidos




Venus escucha la música que toca un organista, acompañada por un perro y recostada sobre un lecho delante de una ventana a través de la cual se pueden ver los jardines de una villa.
"Venus recreándose en la Música"

Siento debilidad por la Escuela Veneciana. Esta obra del Maestro Tiziano tiene un sentido muy especial para mí.

Aquí os la dejo. Simplemente.