Bienvenido a la isla de Ávalon...

jueves, noviembre 29, 2007


Este año será el cuarto.
Ya han pasado doce meses desde nuestra última salida. Me voy cuatro días con mi hija a Viena.
Cierto día, pensamos que estaría bien irnos de viaje las dos solas una vez al año. Solemos hacer escapadas, pero siempre se nos apunta alguien.
Los tres viajes anteriores han sido fantásticos. Salimos con el firme propósito de dejar en casa la testarudez (ella) y los galones de sargento (yo), y nos limitamos a disfrutar de todos los momentos.
Sin discusiones, algo tan habitual entre padres y adolescentes.

Recuerdo que el invierno pasado en Rovaniemi, y tras una hora y media de excursión de moto de nieve por el bosque, me dijo;


- Suerte que te llevaba delante y me has ido abriendo camino.

Hasta cierto punto ellos no son del todo conscientes, de que poco a poco ya se “abren camino” ellos solos. Con sus decisiones y su manera de afrontar la vida.

¿Cuántos viajes juntas nos quedan? No lo sé… simplemente aprovecho el presente.
Soy consciente que muy pocos… Hacerse más preguntas, no lleva a ningún sitio.



Beatriz

28 Comments:

Blogger KiM said...

Que bonito, miMo.

Pero discrepo. Te quedan muchos más viajes con tu hija de los que te imaginas. Es cierto, dentro un tiempo, llegará un momento que querrá y deberá viajar con sus amigos, con noviete o sola, vamos sin ti.

Pero al cabo de un tiempo, con el recuerdo de estos viajes de adolescencia con su madre, tendrá ganas de repetirlos, ya lo verás.

Entonces, os quedarán por delante muchisimos sitios y historias que compartir.

Al menos, esto me ha pasado a mi.

Hay cosas que nunca se olvidan.

11:36 a. m.  
Blogger Morgana said...

Sabes Kim, mientras escribía me he acordado de ti. Me ha venido a la mente tu post. Genial la experiencia que relatabas.
Estaría encantada de que algún día, con veintitantos, quisiera repetir la experiencia. En cualquier caso, si no es así, tampoco me lamentaré.

11:54 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Cuando hablas así, y aunque he tenido unos padres magníficos, me gustaría que los mios fueran así, como Beatriz.

Preciosa metáfora la de las motos de nieve...

Besos.

11:59 a. m.  
Blogger Morgana said...

Gracias por el halago, linmer... pero ya te digo que como bruja tengo un pase, pero como madre no soy ninguna ganga... ;)

dos para ti

12:17 p. m.  
Blogger Lula said...

Bueno Morgana, es una suerte, no desaproveches ninguna oportunidad....

Cuando seamos más viejitas y más canosas, son estos momentos los que nos iluminaran los ojos.

Que vaya muy bien!

7:56 p. m.  
Blogger el_Vania said...

Quedan tantos viajes como vosotras mismas os propongáis... porque solo es eso, proponérselo.
Y mientras tanto, disfrutar del momento sin preguntarse en lo que sucederá después.
Buen viaje a las dos.
Salud/OS!

10:11 p. m.  
Blogger Morgana said...

Gracias Lula...

querrás decir, cuando SEAMOS viejecitas y TENGAMOS canas, no? ;)

11:16 a. m.  
Blogger Morgana said...

Tienes razón vania... lo que ocurre es que será lógico que pierda esta asiduidad.

gracias!!
un beso

11:20 a. m.  
Blogger Paradox said...

Sin duda aprovecha el momento. Los hijos crecen, y el día menos pensado ya han volado del nido, son viajes irrepetibles e inolvidables que perdurarán para siempre en nuestra memoria y en la de ellos.
Espero que los podais repetir muchos años más.

De todas maneras, que caro es Viena, prepara el bolsillo, y no te confundas de barrios, que los hay un poco raritos.
Un beso guapa.

12:43 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Precioso cielo, como siempre.

Me haces pensar...gracias!

8:21 p. m.  
Blogger Morgana said...

Gracias Parado!!!

Pero no me puedes dejar así!!! Qué barrios son "los raritos"???

10:19 p. m.  
Blogger Morgana said...

Y eso casi siempre es bueno, Vito... ;)

besos

10:21 p. m.  
Blogger Fernando said...

es tan verdad lo que dices que no tengo palabras....sólo besos.

11:38 p. m.  
Blogger PENELOPE said...

Pues con el tiempo es normal que los viajes juntas pierdan asiduidad...es lógico...pero la complicidad entre las dos, más allá de una relación puramente madre-hija habrá crecido.
Y eso es lo importante.
Disfrutad de la escapada.

10:11 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Recuerdo especialmente un viaje cuando tenía 14 años con mis abuelos (ya fallecidos) y mi tío (el hermano de mi madre), desde Laredo en Santander a Galicia...

cuando lo hice pensaba, joe q pérdia de tiempo, estaría con mis amigos en la piscina, viendo chatis, jugando a basket...

ahora es uno de los mejores tesoros entre mis recuerdos...

PD: y aqui como narices edito un gravtasr ein?

3:56 p. m.  
Blogger Inocente82 said...

Precioso. Ahora que tengo a mis padres lejos, siento cómo ellos también me han ido abriendo poco a poco el camino, a mis ojos, cubierto de nieve. Gracias. Hace días que no hablo con ellos. Ahora vuelvo...

6:50 p. m.  
Blogger Morgana said...

Fernando, tú sin palabras?

un abrazo

1:16 p. m.  
Blogger Morgana said...

Pe, tienes toda la razón.

Eso haremos...

1:17 p. m.  
Blogger Morgana said...

David, lo siento pero no tengo ni idea...

hay una gran sensibilidad tras ese gnomo travieso

1:22 p. m.  
Blogger Morgana said...

último, estarán encantados de saber de ti...

1:24 p. m.  
Blogger Kazzanski said...

Mmm... que envidia me dáis.... Al menos comeros una buena Sacher en Stephansplatz a nuestra salud.

Que tengáis buen viaje. Como dos buenas amigas.

11:32 a. m.  
Blogger Morgana said...

Eso haré Ray...
Intuyo que has estado allí. Es una ciudad que me apetece muchísimo conocer. Con un encanto especial...

5:28 p. m.  
Blogger Kazzanski said...

He estado un par de veces. Os va a encantar. Coged ropa de abrigo, la necesitaréis.

7:10 p. m.  
Blogger Morgana said...

ok, gracias...

7:16 p. m.  
Blogger George Hazard said...

Que sí... Para mí, lo más bonito desde el punto de vista de hijo, es ahora que tengo 30 años y mantengo una relación con mis padres tan diferente a la de la adolescencia.
Porque les quiero pero no les necesito (entre comillas, claro) y eso aporta un saneamiento a los roles que jamás había experimentado.
Es genial poder hablar con ellos de igual a igual y compartir semejanzas y diferencias sin que eso sea una tragedia.

7:22 p. m.  
Blogger Wolffo said...

Mi querida Beatriz,
eres un sol, un sol maravilloso en medio de este invierno tan frío.
Sencillamente, es un lujo saber que existen personas como tú en el mundo. Tu hija, si es que no lo sabe ya, se dará cuenta de la suerte que ha tenido con una madre como tú. Es verdad que los hijos nos quieren gratuitamente, pero cuando ella vea que, en general, el mundo de las personas mayores y adultas no es, ni mucho menos, como su madre... te va a matar de amor.

Es muy fácil quererte, Beatriz.

Muchísimos besos.

8:42 a. m.  
Blogger Morgana said...

Totalmente de acuerdo George...

11:05 a. m.  
Blogger Morgana said...

lo que es un lujazo es tener amigos que te quieran tanto, wolffo...

Un abrazo fuerte...

11:07 a. m.  

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